viernes, 30 de mayo de 2014

Dos.

Mi madre me enseñó, que siempre hay que mirar dos veces en el mismo sitio. Siempre había pensado que era una tontería, hasta que quise encontrar, miré pero no vi, y lo pasé por alto y pensé que no estaría ahí. Me lancé a otros buscando lo deseado. Pero finalmente harta de mirar en lugares fallidos,   recordé aquello que una vez no quise observar y me di cuenta de que lo que buscaba estaba ahí desde el principio, y había estado siempre, pero fui tan ciega que por no ver no encontré. Lo malo es que mi madre hablaba de cosas perdidas en cajones, no de segundas oportunidades en amores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario