lunes, 26 de enero de 2015

Eso es.

Paso tras paso iba observando el asfalto, derecho, izquerdo, derecho izquierdo caminaba con la mente fija en sus cordones. Alzaba la mirada unicamente exaltado por el ruido del trafico, y como cada mañana, iba rumbo al instituto. Alli pasaba las horas ebadido en sus pensamientos, ese dia no podia parar de pensar en que en que no queria volcer al horfanato, se habia roto la caldera hace unos dias y desde entonces pasaba las noches congelado entre gente que no le caia bien, odiaba el hecho de estar con un monton de personas ajenas a el tiritando de frio. Salió y hacia el tipico viento invernal que no hacia nada mas que soplar gelido y paralizar sus orejas que entonaban un color entre rojo y morado que dejaban ver miles de pequeñas venitas por toda su superficie, se puso el gorro, y continuó caminando. Esta vez caminaba automaticamente, como obligado a caminar por el frio, su cuerpo iba accionado como un gps, de punto de partida a destino intentando coger la ruta mas corta. Observaba como su respiracion creaba algo parecido a vapor cuando expulsaba el aliento, la calle estaba cada vez mas vacia, la gente se iba a sus casas a entrar en calor mientras el solo escuchaba sus pasos solitarios recorriendo la calle. Un murmullo desde lejos que parecian entonar unas voces, al contrario que sus pensamientos, se iba haciendo mas intenso hasta que frente a unas puertas verdes se paró en seco. Entrecerrando los ojos tomo aire y atentamente comenzo a escuchar un ritmo, un compas llamativo que le incitó a mover el cuello moviendo la cabeza de arriba a abajo y cerrar los ojos del todo, se apoyó en la pared del edificio de al lado sigiloso con cuidado de que nadie viera que estaba ahi, y poco apoco se fue deslizando hasta quedar sentado con una pierna estirada y la otra doblada. Una voz, una voz profunda e intensa comenzó a superponerse en la melodia, adaptandose igual que una loncha de queso encima de un pedazo de carne caliente. Palabra tras palabra iba recitando una serie de frases que se le iban incrustando en la piel cristalizada, esas letras le entraban por los oidos lentamente, y pateaban su corazon y su mente a medida que las iba asimilando, era como si alguien se hubiese metido en su cerebro y hubiese plasmado todos los pensamientos que el no se atrevia a expresar, y acompañado de golpes en el suelo con su zapatilla derecha ese arte paró en seco y sus ojos se abrieron como platos. Las luces que salian de aquellas puertas verdes y oxidadas se apagaron, y un hombre con una capucha negra salio dando un gran portazo. El se incorporó y corrio hasta alcanzarlo y conseguir decir entre sus labios petrificados
-¿Que era eso?
El hombre, esbozó una sonrisa ladeada, y sin darse la vuelta, agacho la cabeza y la inclinó levemente hacia el muchacho
-¿Eso? Eso era rap.

jueves, 22 de enero de 2015

Tormenta.

Es curioso, pero me recuerdan a algo... son como una tormenta; un fondo azul lleno de impulsos electricos, rayos brillantes y chispeantes que te exaltan como cuando rompe un trueno. Es como cuando hay un terrible temporal, llueve, y empiezas sentir escalofrios, hay viento, y de este se va creando un huracan, un vendabal que arrasa con todo lo que encuentra a su paso, arrancando si no arboles y coches, llevandose farolas, y parques enteros, como estos otros a los que me recuerda van arrancandome el alma, todos los sentimientos que va encontrando a su paso, los retuerce igual que va girando un tornado, y duelen como millones de gotas congeladas hechas granizo bombardeandote el corazon.

Digo que es a todo eso a lo que me recuerda por no reconocer que lo que realmente en lo que me hacen pensar, lo que realmente me provocan sus ojos es el sentimiento exacto al primer rayo de sol que se vislumbra entre las nubes, y acaricia tu piel justo cuando toda la catastrofe ha cesado.

martes, 20 de enero de 2015

La luna y el sol

Y se me nubla la vista, como si mis ojos fuesen dos bolas de cristal afectadas por el frio que hace que se empañen.
Y ahora miro la luna de una manera diferente, la veo como el foco principal de una pelicula que nunca acaba, que como protagonista de esta, te sigue a todas partes esperando a que hagas algo excepcional, un algo que nunca llega pero te da la oportunidad de volverlo a intentar noche tras noche. Una pelicula basada en hechos reales, de guerra y de paz, de vida y de muerte, de amor y de odio... con escenas cortadas, tomas falsas, extras, personajes secundarios, principales y antagonistas, pero tu eres el director, es mas, tu eres el narrador de esta pelicula, y puedes inventar el dialogo que tu mismo creas que convenga.
Y ahora miro el sol de una manera diferente, ya no miro una luz... ahora veo la luz. La luz dentro de un volcan en erupcion por mis errores. Errores que son las grietas de la tierra en el centro del seísmo. La luz de un flexo reflejada en un trozo de papel con palabaras escritas sin sentido, colocadas unas tras otras, concordantes aunque aleatorias e incomprensibles para una mente normal. Palabras que forman una cancion, añadida posteriormente a una melodia pegadiza que se implanta en nuestro cerebro como si se alimentase de el. Una cancion que en solo unos minutos, puede traerte miles de recuerdos, o representar un ideal, o toda una vida vivida. Porque la vida es exactamente eso, una cancion que vamos componiendo durante años, sin goma, cometiendo faltas de ortografia, borrones y tachones, pero no por mucho que se te rompa la punta del lapiz tienes que poner punto y final, sacas punta, la afilas todo lo que puedas, y sigues componiendo hasta que, perfecta o no... acabas tu cancion, un obra vital, tu historia hecha melodia. Muchas veces puede que no sepas que hacer, pero tienes que saber que la vida puede cambiar de estilo de musica, pero siempre hay que seguir bailando.

domingo, 18 de enero de 2015

Obsesionada.

Estaba obsesionada con la lluvia. Miraba al cielo desde su terraza, esos días de frío intenso que congelaban sus manos, y cuando las tenía tan frías que le dolía abrir y cerrar las palmas de estas, sabia que iba a llover. Se reparaba, soltaba su pelo y miraba hacia el cielo, y notaba las gotas caer por su cara, y sentía como se quedaban aferradas a sus pestañas y goteaban poco a poco. Sonreía, y esperaba ese instante justo en el que pasa de chispear a llover intensamente. Abría los brazos en cruz y mientras caía sobre ella todo el peso de la naturaleza alzaba aun mas las manos hacia el cielo para intentar agarrar las gotas que caían. Sentía el viento recorriendo todo su cuerpo mojado y gritaba por dentro, como si se escapase su alma por cada poro de su piel. Pensaba en todas esas personas sentadas en el calor de su hogar mientras ella se fundía con lluvia hasta tal punto de formar parte de ella. Se quedaba inmovil, como si no hubiese nada mas... hasta que dejaba de sentir que caían sobre ella millones de pequeños puntitos milimetricos y tenia que mirar la luz de una farola para saber si se reflejaba el agua y darse cuenta de si seguía lloviendo... y se desvanecía.