jueves, 20 de noviembre de 2014

Por segundos.


No podemos calificar la vida según periodos de tiempo, debemos calificarla por segundos. Miro hacia la nada y veo todo lo que he vivido, y como con un soplido se ha disipado y ha quedado en un mero recuerdo. Miro la luz de una farola y recuerdo cada uno de los momentos que he vivido reflejada por su luz anaranjada en una calle, las risas y las compañías, los paseos solitarios por la calle a media noche, o las vueltas al rededor de ella una y otra vez en mi infancia. Escucho una hoja seca arrastrada por el suelo por una pequeña ráfaga de aire y pienso en los otoños pasados, donde todavía el viento sur me recordaba el cambio a una nueva estación. Veo los aviones sobrevolar el cielo, y los autobuses y los coches pasar frente a mi, y me vienen a la mente todos los viajes, aventuras y recuerdos en que te adentraban cada uno de ellos, y en los que su destino te hacia ver las cosas de una manera nueva y diferente. Paso por delante de un cine, y me transporto a cada una de las grandes películas que he visto y siento a sus personajes como si estuviesen a mi lado, recitando un dialogo de una de mis partes favoritas. Percibo un olor y automáticamente pienso en algo asociado a él, olor a verano de una playa, olor a nuevo de un libro, olor a paz de hierba recién cortada, olor a la comida de un familiar que no volverás a ver porque ya no esta. Camino por la calle y me cruzo con personas desconocidas, y me doy cuenta de que a lo mejor dentro de unos años una de esas personas podría llegar a ser tan importante en mi vida como respirar, o que las personas que ahora mismo lo son podrían haberse cruzado hace años conmigo en una acera cualquiera como cualquier otro desconocido sin tener la menor idea. Debemos calificar la vida por pequeños segundos que nos hacen momentáneamente felices, no según periodos de tiempo en los que somos desgraciados, nos va mal o creemos que tenemos todo lo que podamos desear, porque eso puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, debemos apreciar los momentos, que en segundos vienen, y en segundos se van.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Fuego.

Hace frío, un frío que helaría al mas cálido de los corazones. Un frío que estremecería a la mas segura de las personas de este planeta. Hace frío, pero tu recuerdo me mantiene en calor, un recuerdo que por mucho que pase el tiempo algo me dice que no va a desaparecer. Hace frío y no te tengo aquí, hace ya tiempo que no estas, hace demasiado tiempo. Y se me debería dar por vencida, no hago mas que intentar encender una llama en medio de la nieve. Pero hace tanto tiempo que me quema por dentro. Cierro los ojos e intento entender que pasa en mi interior, estoy ardiendo, hay tanto fuego dentro de mi, que puede que cuando me de cuenta de que ya no tiene sentido seguir ardiendo, arda mucho mas. Tu piensas que soy fría como el hielo, pero no sabes que todavía, con solo pensar en ti, soy capaz de derretir glaciares enteros.

Tiritando.

El invierno se acercaba, y con él el frio. Y las esperanzas de verano, hacia tiempo que se habian esfumado, se habian disipado como humo en una calle desierta. Ya no se oia nada, ya no se oian gritos de felicidad, no se oian porque ya no existian.
Solo resonaban pasos en el silencio, pasos con prisa y con el fin de llegar a un destino, y no para disfrutar del camino. Y las sonrisas pasaban a ser solo una suma de labios morados y dentaduras tiritando de frio.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Otro temporal.

Este otoño es un invierno disfrazado. Empieza a pensar que llueve demasiado, que el sol se esconde mas temprano, que hace frio, que el mal tiempo comienza y con ello un nuevo hastío. Que al salir a la calle se hace mas duro caminar, con el viento en la cara y este horrible temporal, que la lluvia derrite pensamientos, que bloquea la salida hacia futuros inciertos. Que cuanta mas ropa mas dificil es el movimiento, que la poca luz que queda no salva del sufrimiento. Pero este tormento pasara con la tormenta, y cuando acepte que no pasa nada por dejar una ventana abrierta. Piensa que joder, algun dia tenia que suceder, que tarde o temprano siempre va a anochecer. ¿Por que no crecer y aceptar, que el tiempo malo nunca viene del todo mal? Llegar al hogar, sentarse y meditar, recapacitar. Hacer un café y comenzar a tener fé. De momento hasta que pase el diluviar, una manta, una pelicula, y a disfrutar.

martes, 4 de noviembre de 2014

0

No entiendo la vida. Un dia puedes estar feliz. Al siguiente destdozado. Un dia ries. Otro lloras. Un dia puede salir el sol mas brillante que hayas visto. Al siguiente las nubes mas oscuras y peligrosas del mundo. Tienes calor, y al de medio minuto tienes los musculos conjelados. Rigidos y parcticamente inmoviles. Al igual que tus pensamientos. Atrapados en un cerebro sin ideas, un cerebro que manda mensajes contradictorios a un cuerpo confuso, que no sabe si lo correcto es la derecha, y al dia siguiente la izquierda. Una cabeza que pide aclararse ante la ausencia de un manual de instrucciones. Una mente que empieza a quemarse al no poder avanzar, porque su mecanismo atascado provoca cortocircuitos, e incendia la poca cordura que contenia.