viernes, 30 de mayo de 2014

Acostumbrarse a la oscuridad.

Quedé con el sol, pero no se dignó a aparecer, en su lugar nubes negras vinieron a avisarme de que no vendría, que hoy no era su dia. Esperé al sol durante dias, semanas... pero se le pegaron las sabanas y dejó pasar el tiempo. Sin su presencia me sentia perdida, con su ausencia mi vida estaba destruida. Al menos eso pensaba. Cuando por fin vino, yo me habia acostumbrado a la oscuridad, y me habia dado cuenta de que prefería quedarme con la que todas las noches me habia cuidado y me habia protegido de la soledad y del olvido, la luna.

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