domingo, 30 de julio de 2017

Somos.

 Me suelo preguntar que somos.
Me lo pregunto pero nunca me acabo de responder del todo.
Somos el miedo que alguna vez tuvimos de algo que luego nunca nos mató.
Somos el frio de un invierno que congela nuestra sangre y nos hace insensibles.
El calor de ponerse al sol, a incubar nuestros pensamientos.

Somos la risa del que se ahoga entre lagrimas.

Y la tristeza que ocultamos con sonrisas.
La verdad que se dice entre dudas.
La mentira que se dice entre remordimientos.

Somos el rencor del enfado sin motivo, de las miradas de odio mezclado con sangre.
El perdon que nunca dijimos, o el que dijimos pero nunca llegamos a perdonar del todo.

Somos agua cuando estamos hasta el cuello.
Fuego cuando tragamos saliva y mordemos lengua.

Somos el libro que nunca escribimos.
Somos la botella vacía de cerveza barata que dejamos en la barra de un bar para olvidar.
El arrepentimiento de palabras que pronunciamos sin pensar.

Puede que seamos el monstruo en el que a veces nos convertimos.
A lo mejor somos un fallo del hazar.
Pero tambien a veces somos música, un instrumento que alguien quiere tocar.
Somos fluidez, viento, tierra, barro.. algo que no se puede explicar.

Somos sombras oscuras que a veces son capaces de hacer algo que nunca creyeron llegar a hacer.
Lo que hace daño e intenta reparar sin exito.
El kamikaze que no sabe por qué, pero está a punto de estrellar su propio avión.
Mundos paralelos, bipolaridad, palabras sin sentido, sonidos, sentimientos.
El dinero para un pobre, la pobreza para el rico.
Sexo con odio, odio sin sexo.
Destrucción, dinamita, pólvora.
Somos miedo a ser olvidados, miedo a ser demasiado pensados, miedo al rechazo, miedo a fallar, miedo a tener miedo.
Podemos ser todo... pero al final no llegamos a ser nada.

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